por Rick Boxx 

Cuando comencé mi carrera bancaria, entre mis responsabilidades estaba la investigación de fraudes bancarios. Uno de los casos de fraude en los que trabajé se refería a un presidente de banco que aparentemente había determinado que su salario y beneficios —aunque muy altos— no eran suficientes. 

Para «corregir» este problema, este alto ejecutivo bancario comenzó a producir informes de gastos de viaje falsos, alegando que conducía a la sede corporativa, cuatro horas de ida y cuatro de regreso, varias veces al mes. A medida que sus hábitos de gasto continuaron creciendo, también lo hizo el alcance de su engaño. Su deseo insaciable de más hizo que se volviera más agresivo con sus reclamos de viaje falsificados. 

Sin embargo, como suele ser el caso, las actividades fraudulentas del ejecutivo no podían ocultarse para siempre. Un cajero de banco descubrió el fraude e informó las acciones del presidente. Fue arrestado, juzgado en un tribunal de justicia, condenado por fraude y enviado a prisión. 

Lamentablemente, las prácticas fraudulentas son comunes en nuestros tiempos, quizás incluso rampantes. Ya se trate de la industria financiera, la fabricación, la venta al por menor o cualquier otro campo de actividad, hay quienes no están satisfechos con lo que tienen. Las personas que alguna vez fueron muy respetadas y ocuparon posiciones de autoridad, han visto sus vidas destruidas, impulsadas por la codicia, el orgullo, la envidia, los celos y otras motivaciones que la Biblia define como «pecado». 

Podemos aprender mucho de las Escrituras sobre tales prácticas, y recibir advertencias de las graves consecuencias que pueden resultar, no solo para las personas que cometen actos deshonestos, sino también para sus familias y los que confiaron en ellos. Aquí hay unos ejemplos: 

1. Poder destructivo de la codicia insaciable. Cuando el deseo no se controla, la respuesta a la pregunta «¿Cuánto es suficiente?», es siempre: «Solo un poco más». El rey Salomón expresó: «Así como la Muerte y la Destrucción nunca se sacian, el deseo del hombre nunca queda satisfecho» [Proverbios 27:20 NTV]. «El avaro causa mucho dolor a toda la familia, pero los que odian el soborno vivirán» [Proverbios 15:27 NTV]. 

2. Recompensas temporales con consecuencias permanentes. El fraude siempre se enfoca en objetivos a corto plazo, ignorando la ruina a largo plazo que puede causar tal deshonestidad: para el trabajo, la carrera, la reputación, la vida. La Biblia dice: «Las vanas riquezas pronto se gastan; el que trabaja y las guarda las hace crecer» [Proverbios 13:11 RVC]. «De muy poco aprovecha el dinero mal ganado. Lo que vale es la honradez, pues te salva de la muerte» [Proverbios 10:2 TLA]. 

3. Hay sabiduría en elegir la satisfacción sobre el deseo de tener más. Determinarnos a estar satisfechos con lo que tenemos y decidir avanzar en nuestra carrera con integridad y altos estándares éticos, puede evitar un dolor y un sufrimiento inimaginables. «…¡no me des pobreza ni riqueza! Dame solo lo suficiente para satisfacer mis necesidades. Pues si me hago rico, podría negarte y decir: “¿Quién es el Señor?”. Y si soy demasiado pobre, podría robar y así ofender el santo nombre de Dios» [Proverbios 30:8-9 NTV]. 

¿Puede siquiera concebir cómo debe haber sido para ese presidente de banco, atrapado en una red de mentiras y engaños, sabiendo que en cualquier momento sus actos de fraude podrían ser expuestos y su vida y todo lo que lo rodeaba podría ser destruido? Aprender a disciplinarnos para vivir dentro de nuestros medios financieros es más rentable que la deshonestidad, con todas sus posibles sanciones. 

PREGUNTAS DE REFLEXIÓN/DISCUSIÓN 

1. ¿Por qué crees que es tan atractivo para algunas personas cometer actos de fraude, ya sea haciendo declaraciones de gastos falsas, malversando fondos o robando? 

2. Incluso siendo conscientes de las graves consecuencias, estos individuos siguen adelante con sus esquemas engañosos. ¿Por qué esas posibles penas —incluso la pena de prisión— no son suficientes para disuadir su deshonestidad? 

3. ¿Qué pasos puede tomar una persona para evitar las tentaciones de tomar atajos éticos o morales, todo en la búsqueda de deseos codiciosos y egoístas? 

4. ¿Cómo pueden la fe en Dios y el entendimiento de los principios de la Biblia servir como salvaguardas contra caer en tales tentaciones? 

NOTA: Si tienes una Biblia y te gustaría leer más, considera los siguientes pasajes: 

Proverbios 10:9, 11:3, 13:6, 15:16, 17:23, 20:17; Mateo 6:13; 1 Corintios 10:12-13 

Maná del Lunes ® es una reflexión semanal de CBMC/CPEC (Comité de Profesionales y Empresarios Cristianos) – Conectando los “Negocios” del mercado y de Cristo, organismo internacional, sin fines de lucro y vínculos religiosos, fundado en 1930 con el propósito de compartir el Evangelio de Jesucristo con la comunidad profesional y empresarial.