por Rick Boxx 

El difunto primer ministro británico Winston Churchill fue un hombre complicado con una historia colorida. Tuvo muchas experiencias y logros políticos notables, pero sus primeros años también incluyeron algunos fracasos colosales. Afortunadamente para él, Churchill es más recordado hoy por sus logros. Su liderazgo impulsó a Gran Bretaña y a sus aliados a derrotar a Alemania en la Segunda Guerra Mundial cuando la victoria parecía muy poco probable. 

Aunque la estrategia fue una parte importante del éxito de Churchill, su mejor talento fue su sabio uso de las palabras. De hecho, su habilidad para la comunicación verbal se convirtió en la mejor arma de Gran Bretaña. Debido a su cuidadosa selección de palabras, Churchill sabía cómo inspirar a la gente y reunirla en torno a ideas impopulares. 

Aquí está una muestra de algunas de las citas más notables del famoso estadista: 

«El éxito no es definitivo; el fracaso no es fatal: lo que cuenta es el coraje para continuar». 

«Los hombres de vez en cuando tropiezan con la verdad, pero la mayoría de ellos se levantan y se van corriendo como si nada hubiera pasado». 

«Para mí mismo soy un optimista, no parece ser de mucha utilidad ser otra cosa». 

«El éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo». 

«No es suficiente que hagamos nuestro mejor esfuerzo; a veces debemos hacer lo que se requiere». 

Y quizás la cita más conocida de Churchill, hecha en 1941 durante la Segunda Guerra Mundial, es: «Nunca te rindas, nunca, nunca, nunca, en nada, grande o pequeño, largo o corto… Nunca te rindas ante la fuerza, nunca sucumbas ante el poder aparentemente abrumador del enemigo».  

Cada una de esas frases provoca mucho qué pensar. El líder británico ciertamente entendió el poder de las palabras. Pero no fue la primera persona en reconocer eso. Miles de años antes, el rey Salomón del antiguo Israel declaró: «Los dichos del hombre son aguas profundas, pero la sabiduría es una fuente inagotable» [Proverbios 18:4 RVC]. Algunos versículos más adelante, Salomón también observó: «La lengua puede traer vida o muerte; los que hablan mucho cosecharán las consecuencias» [Proverbios 18:21 NTV]. 

Un par de capítulos más adelante, encontramos esta evaluación del valor de la palabra hablada: «Podrá haber mucho oro, y muchas piedras preciosas, pero nada hay más valioso que las enseñanzas del sabio» [Proverbios 20:15 TLA]. 

Todos podemos pensar en ocasiones en las que escuchamos hablar a personas que no tenían tanta consideración por la palabra hablada. Tal vez hayas sido víctima de alguien que usó las palabras como arma para hacer daño, en lugar de hacerlo para el bien de todos los que escuchaban. Quizás por eso también encontramos esta advertencia en Proverbios: «El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad» [Proverbios 13:3 RVR]. 

La aplicación de estas verdades es obvia: si buscamos guiar o influir en otros, tal vez motivarlos a moverse en una nueva dirección, debemos recordar que nuestras palabras pueden marcar una gran diferencia. El establecimiento de metas y objetivos es importante, al igual que la medición de la productividad y el seguimiento de las ganancias y pérdidas. Pero en nuestras palabras, ya sea que las usemos para impartir una visión o para inspirar y alentar, se encuentran las mejores «armas» a nuestra disposición mientras luchamos contra los desafíos de cada día. 

PREGUNTAS DE REFLEXIÓN/DISCUSIÓN 

 ¿Cuál de las citas citadas de Winston Churchill te impresionó más?

 Has vivido algún un momento en que alguien utilizó las palabras para impulsar a otros. ¿Cuál fue el impacto en ti en ese momento?

 Hay un viejo dicho que reza: «Palos y piedras pueden romper mis huesos, pero las palabras nunca me lastimarán». ¿Crees que esto sea verdad?

 Uno de los proverbios incluidos en este Maná del Lunes dice que «…nada hay más valioso que las enseñanzas del sabio», lo que sugiere que son más valiosos que las gemas preciosas. ¿Estás de acuerdo y, de ser así, de qué manera?

NOTA: Si tienes una Biblia y te gustaría leer más, considera los siguientes pasajes: 

 Proverbios 4:24, 10:19-21,32, 12:14,18, 13:3, 15:4, 16:21, 17:27, 18:20