Por Robert J. Tamasy

Con más frecuencia de la que nos gustaría, escuchamos historias tristes, a veces escandalosas, de líderes prominentes declarados culpables de malas prácticas morales o éticas. Alguien que construyó una sólida reputación y se ganó el respeto y la admiración dentro de su profesión se ve con todo destruido repentinamente cuando sus fechorías salen a la luz.
¿Cómo pudo pasar esto? Nos asombramos y sacudimos la cabeza, tal vez pensando en las tristes palabras del futuro rey de Israel, David: «¡Cómo han caído los valientes!» [2 Samuel 1:19 RVR], al enterarse de la muerte del rey Saúl y de su hijo Jonatán, en el campo de batalla. Varias preguntas pueden surgir en nuestras mentes cuando escuchamos sobre el fracaso de un líder épico: «¿Podría haberse evitado lo sucedido?». «¿Hubo alguna señal de que la carrera de este individuo estaba tomando un giro devastador?».

Las Escrituras dan muchas advertencias de que tales cosas pueden suceder. Por ejemplo, 1 Corintios 10:12 advierte: «Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga». Proverbios 4:23 advierte: «Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida» [RVR].

Las páginas de la Biblia citan a muchas personas que comenzaron caminando bien con Dios, pero en algún momento del camino quedaron atrapados en áreas de pecado, con terribles consecuencias. Irónicamente, uno de ellos fue el rey David, de quien se nos dice que no solo cometió adulterio, sino que también ordenó que mataran a un oficial leal, Urías, para encubrir sus fechorías. Dado que todos somos imperfectos, ¿significa eso que esos fracasos son inevitables?

Una medida preventiva es establecer una relación de rendición de cuentas con una o más personas en las que confiemos y de las cuales sepamos que serán honestas con nosotros. Para que funcione de manera efectiva, debes estar dispuesto a decirles: «Puedes hacerme cualquier pregunta, sobre cualquier área de mi vida». El propósito de esto no es que te atrapen en el fracaso, sino superarlo, para tener éxito, y puedan advertirte si perciben que vas en la dirección equivocada. Aquí hay algunos principios útiles de la Biblia al respecto:

1. Podemos mantenernos alerta el uno al otro. Nos beneficiamos de la «fricción constructiva» al rozarnos unos con otros en el proceso de relaciones de responsabilidad afectuosa, buscando lo mejor para los demás. «El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con el hombre» [Proverbios 27:17 NVI].

2. Podemos encontrar fuerza en otros. De forma aislada, podemos racionalizar o incluso engañarnos a nosotros mismos para hacer cosas que sabemos que son incorrectas o imprudentes. Por ello la Biblia dice: «Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito. Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas» [Eclesiastés 4:9-10 NTV].

3. Todos necesitamos aliento. Es en tiempos de desánimo que podemos volvernos más vulnerables a la tentación. Las personas que nos alientan pueden recordarnos la esperanza que tenemos en el Señor. «Tengámonos en cuenta unos a otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como es la costumbre de algunos, sino animémonos unos a otros; y con más razón ahora que vemos que aquel día se acerca» [Hebreos 10:24-25 RVC].

4. Podemos confiar en personas de confianza cuando fallamos. En lugar de ocultar el pecado, dejando que la culpa nos consuma, confiamos en socios confiables que pueden ofrecer un consejo invaluable sobre cómo volver al rumbo. «Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados. La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos» [Santiago 5:16 NTV].

© 2023. Robert J. Tamasy ha escrito Marketplace Ambassadors: Continuing Legacy of Evangelism and Discipleship de CBMC; Negocios en su máxima expresión: Sabiduría atemporal de Proverbios para el lugar de trabajo de hoy; Persiguiendo la vida con el corazón de un pastor, en coautoría con Ken Johnson; y The Heart of Mentoring, en coautoría con David A. Stoddard. El blog quincenal de Bob es: www.bobtamasy.blogspot.com.

CBMC Internacional: Solicite la publicación en inglés en: www.cbmcint.org.
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PREGUNTAS DE REFLEXIÓN/DISCUSIÓN

1. ¿Cómo respondes cuando te enteras de que una persona prominente que alguna vez fue muy admirada se ve atrapada en una falta moral o ética? ¿Alguna vez te has preguntado por qué o cómo pudo haber ocurrido tal cosa? Explica tu respuesta.

2. Cuando escuchas la palabra «rendición de cuentas», ¿cuál es tu reacción? ¿Positiva o negativa? Antes de leer este Maná de los lunes, ¿cómo habrías definido la responsabilidad?

3. ¿Por qué crees que es difícil para algunas personas aceptar entrar en relaciones de rendición de cuentas?

4. ¿Tienes una relación de rendición de cuentas con alguien? Si es así, ¿cómo ha sido esa experiencia para ti? ¿Qué beneficios te ha brindado? ¿Puedes pensar en alguna desventaja de rendir cuentas a una o más personas?

NOTA: Si tiene una Biblia y le gustaría leer más, considere los siguientes pasajes:

Proverbios 12:15, 18:2,4,12,24, 19:3,8,16,20,27; Santiago 3:13-18

NOTA: Si tienes una Biblia y te gustaría leer más, considera los siguientes pasajes:

Las versiones bíblicas usadas en El Maná del Lunes están indicadas por sus siglas:

Reina Valera Revisión 1960 (RVR)

Nueva Traducción Viviente (NTV)

Nueva Versión Internacional (NVI)

Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Maná del Lunes ® es una reflexión semanal de CBMC (Comité de Profesionales y Empresarios Cristianos), organización internacional, sin fines de lucro ni vínculos religiosos, fundada en 1930 con el propósito de compartir el Evangelio de Jesucristo con la comunidad profesional y empresarial.

© 2023 – DERECHOS RESERVADOS. Traducción y solicitudes en español al E-mail: lcervino@yahoo.com distribución gratuita en su totalidad. Su reproducción se permite con los créditos adecuados. También disponible en alemán, inglés, italiano y japonés, solicitarla a www.cbmcint.com.