Por Rick Boxx
Hace poco, entrevisté a Anne Beiler, fundadora de Auntie Anne’s Pretzels, sobre las trampas del éxito. Ella era una madre Amish educada hasta el octavo grado, ama de casa, y se decidió ayudar a mantener a su familia iniciando un negocio de pretzels. Desde sus humildes comienzos de una tienda del mercado de agricultores, Anne hizo crecer el negocio a más de 900 tiendas en todo el mundo antes de vender el negocio.
Ese tipo de éxito, aunque muy envidiable, puede traer muchas tentaciones y trampas en el camino. Tenemos que tomar medidas para protegernos de ellos. Como enseña la Biblia: «Los caminos del perverso son espinosos y llenos de trampas, pero el que guarda su vida se mantendrá alejado de ellos» [Proverbios 22:5 NTV].
Es importante estar al tanto de las trampas o engaños que podrían resultar una amenaza. La primera trampa que viene a menudo es la alabanza. Cuando Beiler comenzó a construir Auntie Anne Pretzels, la gente comenzó a elogiarla por su éxito. Pero ella seguía pensando: «No soy brillante, soy una ama de casa Amish educada solo hasta el octavo grado».
Pero finalmente, sucumbió y comenzó a creer en la alabanza, engañándose a sí misma; pensando que era su brillantez, en lugar de la gracia de Dios. Encontramos esta advertencia por parte del apóstol, Pablo: «Dejen de engañarse a sí mismos. Si piensan que son sabios de acuerdo con los criterios de este mundo, necesitan volverse necios para ser verdaderamente sabios» [1 Corintios 3:18 NTV]. Si tus éxitos son motivo de la alabanza por otros, evita engañarte a ti mismo, recordando que tu éxito solo vino por la gracia de Dios.
Otra trampa común es el poder. A medida que los líderes empresariales crecen en el éxito, también tienden a crecer en poder, lo que puede corromperse fácilmente. Harvey Weinstein tenía el poder de crear o destruir actrices en la industria cinematográfica. Abusó de su poder para seducir a muchas mujeres a cambio de ofrecerles el estrellato.
En Eclesiastés 4:1 leemos: «Miré hacia otro lado, y esto fue lo que vi en este mundo: hay mucha gente maltratada, y quienes la maltratan son los que tienen el poder. La gente llora, pero nadie la consuela» [TLA]. El poder se puede usar generosamente para beneficiar a otros, o se puede abusar de él. Encuentra un compañero a quien rendir cuentas, para que te ayude a protegerte de la intoxicación por el poder.
Una tercera trampa es la privacidad. Buscar privacidad es importante para momentos de reflexión y descanso, pero algunos líderes que comienzan a tener éxito llevan la privacidad al extremo. Algunos se aíslan debido a inseguridades personales; otros eligen estar solos debido a la creciente arrogancia de que son mejores que los demás.
El aislamiento es una de las herramientas favoritas de nuestro enemigo espiritual. San Pedro advirtió: «¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar» [1 Pedro 5:8 NTV]. Cuando estamos aislados, podemos pasar por alto o descartar fácilmente nuestras propias deficiencias y las de la organización. Vivir en comunidad con transparencia es una estrategia mejor y más segura.
La trampa final es el orgullo. En la industria bancaria, observé que varias empresas comenzaban a experimentar un rápido éxito, atrayendo una opinión muy favorable de los usuarios. Sin embargo, eso movió el orgullo de los altos ejecutivos para buscar más y más atención, descuidado —increíblemente— las operaciones del día a día; esto muchas veces resultó en un fracaso. Proverbios 16:8 advierte: «La soberbia precede al fracaso; la arrogancia anticipa la caída» [RVC].
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PREGUNTAS DE REFLEXIÓN/DISCUSIÓN
1. La mayoría de nosotros, si no todos, otorgamos una alta prioridad al logro del éxito. ¿Estás de acuerdo en que el éxito trae consigo peligros o “trampas” que potencialmente podrían conducir al fracaso? ¿Por qué si o por qué no?
2. ¿Puedes pensar en algún ejemplo de momentos en que las trampas del orgullo o el poder llevaron a individuos o empresas al fracaso? ¿Puedes pensar en las razones por las que esto podría haber sucedido?
3. En el capítulo 27 de Proverbios encontramos dos ejemplos del lazo de la alabanza. Proverbios 27:2 dice: “Que otro te alabe, y no tu propia boca; otro, y no tus propios labios.” Luego en Proverbios 27:21 dice: “El crisol de la plata y el horno del oro, pero el hombre es probado por la alabanza que recibe”. ¿Ves alguna diferencia entre estas dos advertencias? Si es así, ¿de qué manera?
4. Una trampa final que el Sr. Boxx cita que puede acompañar al éxito es la de la “privacidad” o el aislamiento. Piensa en un escenario en el que esto podría desarrollarse. ¿Qué salvaguardas se podrían poner en marcha para evitar su ocurrencia y las consecuencias que podrían derivarse?
NOTA: Si tienes una Biblia y te gustaría leer más, considera el siguiente pasaje:
Proverbios 11:14, 12:15, 13:13-14, 16:2, 17:3,10, 19:20, 27:17; Eclesiastés 4:9-12
Las versiones bíblicas usadas en El Maná del Lunes están indicadas por sus siglas:
Reina Valera Revisión 1960 (RVR)
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Nueva Versión Internacional (NVI)
Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Maná del Lunes ® es una reflexión semanal de CBMC (Comité de Profesionales y Empresarios Cristianos), organización internacional, sin fines de lucro ni vínculos religiosos, fundada en 1930 con el propósito de compartir el Evangelio de Jesucristo con la comunidad profesional y empresarial.
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