Por Rick Boxx
El mundo laboral puede estar lleno de estrés: plazos que cumplir, cuotas que cubrir, objetivos que alcanzar, márgenes de beneficio que mantener. Debido a estas demandas, muchos lugares de trabajo se convierten en entornos insalubres, potencialmente perjudiciales para el bienestar físico, mental y emocional de los miembros del personal.
La revista Harvard Business Review, que desde hace muchos años es una publicación empresarial muy apreciada, abordó este problema en uno de sus consejos gerenciales. Estas recomendaciones se centraron en la importancia de establecer estándares de trabajo saludables para su equipo. Es interesante notar que cada uno de ellos está afirmado por principios que se enseñan en el muy antiguo «libro de negocios» llamado: Biblia.
Estos son los tres consejos que presentó Harvard Business Review acerca de cómo los líderes pueden ayudar a su equipo a disfrutar de límites saludables que resulten no solo en una mayor productividad sino también en altos niveles de satisfacción y realización en el lugar de trabajo:
En primer lugar, como líder, da un buen ejemplo. Cuando se acercan los plazos o una cuenta importante parece estar en riesgo, es fácil olvidar que los empleados y colegas tienen vidas fuera de la oficina. Deberíamos tomarnos en serio el impacto potencialmente negativo que puede tener el envío de correos electrónicos a altas horas de la noche al personal o el hecho de que nunca puedan tomarse un descanso para almorzar.
Honestamente deberíamos considerar cómo reaccionaríamos si alguien demandara excesivamente nuestro tiempo personal. Los líderes marcan la pauta para quienes los siguen. Un día, después de realizar un acto de servicio a sus discípulos, Jesucristo dijo: «Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes» [Juan 13:15 NTV]. Él no esperaba que hicieran algo que Él no estaba dispuesto a hacer.
En segundo lugar, programa un tiempo extra cada semana. Muchos de nosotros somos demasiado optimistas y a veces nos comprometemos a completar proyectos en cronogramas que resultan irrazonables. Como líderes, debemos alentar al personal a reservar un tiempo cada semana para trabajar en proyectos que no se logren terminar.
En otra ocasión, Jesús advirtió a una gran multitud reunida a su alrededor: «Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿qué es lo primero que hace? Pues se sienta a pensar cuánto va a costarle, para ver si tiene suficiente dinero. Porque si empieza a construir la torre y después no tiene dinero para terminarla, la gente se burlará de él» [Lucas 14:28-29 TLA].
En tercer lugar, supervisa el nivel de carga de trabajo. Consulta con tu personal periódicamente y pregúntales cómo se sienten con respecto a su carga de trabajo. Escúchalos y mantente preparado para responder de maneras que puedan ayudarlos y aliviar cargas innecesarias. Proverbios 27:23,26 aconseja: «Mantente al tanto del estado de tus rebaños y entrégate de lleno al cuidado de tus ganados… tus ovejas proveerán la lana para vestirte, y tus cabras servirán para comprar un campo» [NTV].
Obviamente, las personas con las que trabajamos son mucho más valiosas que los animales de granja, por lo que deberíamos preocuparnos aún más por su bienestar, ya que colaboran con nosotros todos los días. Tu equipo necesita límites de trabajo saludables, lo que incluye guiarlos hacia momentos de descanso. Como dice Hebreos 4:10: «Pues todos los que han entrado en el descanso de Dios han descansado de su trabajo, tal como Dios descansó del suyo después de crear el mundo» [NTV]. Si incluso Dios tomó un descanso de sus labores, ¿cuánto más necesitamos nosotros hacer lo mismo?