Por Austin Pryor

Habiendo sido asesor de inversiones durante muchos años, me preguntan muchas veces: «¿Cuál es el error financiero que más comenten los inversionistas?». Mi respuesta es siempre la misma: «Ignoran la sabiduría bíblica al administrar su dinero y, en cambio, siguen la sabiduría popular».

¿Tú crees eso? ¿Alguna vez has considerado que cuando se usan los principios bíblicos protectores de Dios como guía, se podrán administrar los recursos financieros de manera más sabia, más prudente y glorificando al mismo tiempo a Dios? Yo lo hago porque lo he vivido. Desde principios de la década de 1970 hasta mediados de la década de 1980, confié principalmente en mis habilidades e intelecto para tomar decisiones financieras. Mis éxitos fueron muchos, pero mis fracasos fueron más.

A fines de la década de 1980, enfrenté mis limitaciones y recurrí a las enseñanzas de Larry Burkett, quien se había convertido en una voz destacada sobre la importancia de que los cristianos aplicaran los principios que se encuentran en la Biblia para administrar las finanzas. Sintonizarme con los caminos de Dios, en lugar de los míos, sentó las bases para el éxito financiero futuro. Estos son algunos de esos principios que he encontrado que funcionan, independientemente de cuánta fe tengas, o cuán poca:

1. Debemos buscar principalmente la sabiduría de Dios para la toma de decisiones. Los principios que Dios ha dado son prácticos y relevantes, y a menudo van en contra de la «sabiduría» popular. «Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto» [2 Timoteo 3:16 NTV].

2. Debemos aceptar la responsabilidad personal por nuestras decisiones. No podemos esperar que otros tomen las decisiones difíciles por nosotros. Es nuestra responsabilidad tomar decisiones financieras informadas y bíblicamente consistentes. «Ahora bien, de los administradores se espera que demuestren ser dignos de confianza» [1 Corintios 4:2 RVC].

3. La deuda puede ser esclavizante y debe evitarse si es posible. Ya sea usted un individuo, una empresa o una nación, la deuda puede destruir la libertad y la prosperidad, quitarle la independencia y reducir las opciones de lo que se puede hacer con los recursos financieros ganados en el futuro. «El pobre trabaja para el rico; el que pide prestado se hace esclavo del prestamista» [Proverbios 22:7 TLA].

4. Es aconsejable mantener un equilibrio adecuado entre el gasto corriente y el ahorro a largo plazo. Nuestras decisiones de gasto siempre deben ser moderadas por la conciencia de que algunos de esos recursos podrían ser necesarios en el futuro. Si gastamos todo ahora, no tendremos nada para futuras necesidades y emergencias. «Los sabios tienen riquezas y lujos, pero los necios gastan todo lo que consiguen» [Proverbios 21:20 NTV].

5. Debemos invertir consistentemente usando una estrategia cuidadosamente considerada. Algunas personas invierten impulsivamente, en lugar de formular intencionalmente una estrategia sabia y aferrarse a ella. «Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza» [Proverbios 21:5 NTV].

6. En nuestra inversión, debemos confiar en la diversificación. Con demasiada frecuencia, los inversores se preocupan por los ciclos del mercado y quedan atrapados por cambios impredecibles. La diversificación es un buen medio para controlar el riesgo y proteger el capital. «Divide en siete porciones lo que tienes, y hasta en ocho, porque nunca se sabe qué males pueden venir sobre la tierra» [Eclesiastés 11:2 RVC].

A medida que «renovamos nuestras mentes», como dice Romanos 12:2, con el uso de estos y otros preceptos bíblicos probados, siguiéndolos consistentemente, podemos estar seguros de tomar decisiones sabias en cuanto a gastos, ahorros e inversiones.

Austin Pryor tiene más de 40 años de experiencia asesorando a inversores y es el fundador de Sound Mind Investing. Es el autor de The Sound Mind Investing Handbook, respaldado por muchos maestros cristianos respetados, con más de 100,000 copias vendidas. Austin vive en Louisville, Kentucky, con su esposa Susie.

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PREGUNTAS PARA REFLEXIÓN / DISCUSIÓN

1. Incluso si no eres un profesional de las finanzas, antes de leer el Maná de este lunes, ¿cuál sería tu opinión sobre el error financiero número uno que cometen los inversores? ¿Por qué dices eso?

2. En cuanto a tus propias prácticas de gasto, ahorro e inversión, ¿qué enfoque o estrategia has seguido? ¿Crees que tu metodología ha sido efectiva? Explica tu respuesta.

3. ¿Qué opinas de la recomendación de aplicar los preceptos de la Biblia para administrar el dinero y tomar decisiones financieras? ¿Estás de acuerdo con la afirmación de que los principios bíblicos son prácticos y relevantes, y pueden sentar las bases para el éxito financiero futuro? ¿Por qué si o por qué no?

4. ¿Cuál de los principios citados te parece de mayor importancia o significado? ¿Por qué crees que muchas personas se resisten a seguir estos conceptos para administrar sus finanzas?

NOTA: Si tienes una Biblia y te gustaría leer más, considera los siguientes pasajes:

Proverbios 3:27-28, 11:24-25, 14:31, 15:16, 22:2,26-27; Mateo 6:19-21,33; 1 Timoteo 6:6

Las versiones bíblicas usadas en El Maná del Lunes están indicadas por sus siglas:

Reina Valera Revisión 1960 (RVR)

Nueva Traducción Viviente (NTV)

Nueva Versión Internacional (NVI)

Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Maná del Lunes ® es una reflexión semanal de CBMC (Comité de Profesionales y Empresarios Cristianos), organización internacional, sin fines de lucro ni vínculos religiosos, fundada en 1930 con el propósito de compartir el Evangelio de Jesucristo con la comunidad profesional y empresarial.

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