por Rick Boxx

Stephen Phelan, alto ejecutivo de una importante corporación hipotecaria, en una conferencia habló sobre el enfoque de su empresa para cuidar a los miembros de su equipo. Después de explorar las necesidades de sus compañeros, la empresa concluyó que todos tenían tres necesidades comunes en el lugar de trabajo. Dijo que todo el mundo necesita: 1. Amigos en el trabajo. 2. Amigos durante una crisis, y 3. Un propósito en su trabajo.

Empezando por la primera necesidad, diversos estudios han demostrado que muy pocas personas tienen varios amigos genuinos. Los «amigos» de las redes sociales no generalmente cuentan. La mejor oportunidad para desarrollar amistades a menudo se encuentra en nuestros lugares de trabajo. Al reconocer esto, la empresa de Phelan estableció un programa de tutoría único para alentar a los empleados a establecer y cultivar amistades en el trabajo.

¿Cómo es este tipo de amistad, más allá de los conocidos casuales o las asociaciones necesarias que se desarrollan como miembros de un equipo en el lugar de trabajo? El Antiguo Testamento ofrece esta útil idea: «Un amigo es siempre leal, y un hermano nace para ayudar en tiempo de necesidad» [Proverbios 17:17 NTV]. Claramente, esto requiere más que simplemente ser vecinos en la oficina o cubículo de al lado.

Hablando de la segunda necesidad, la de tener amigos durante una crisis, Phelan observó que los empleadores tienen una oportunidad ideal para demostrar que son amigos preocupados por sus empleados cuando ellos atraviesan alguna crisis familiar, financiera o médica. Aquí es cuando sus palabras pueden convertirse en acción.

Un amigo mío tenía un empleado en México que fue secuestrado por un cartel de la droga. Obviamente, esto fue una crisis en muchos sentidos. El equipo de mi amigo encontró formas de apoyar a la familia del empleado y también trabajó en estrecha colaboración con el gobierno y las autoridades policiales para que su empleado regresara a casa sano y salvo.

Otro versículo de la Biblia que se aplica en este tipo de circunstancias enseña: «Hay quienes parecen amigos, pero se destruyen unos a otros; el amigo verdadero se mantiene más leal que un hermano» [Proverbios 18:24 NTV]. Los empleadores deben buscar enfoques proactivos para ser amigos cercanos de los empleados durante los tiempos de crisis.

La tercera necesidad que citó Phelan, la de explorar formas de ayudar a cada empleado a encontrar un propósito en su trabajo, aporta una perspectiva diferente. Hace años, estaba enseñando en una conferencia sobre cómo encontrar un propósito en el trabajo cuando se me acercó una empleada de una residencia de ancianos. Anteriormente había estado sin hogar, por lo que su prioridad actual era poder satisfacer sus necesidades físicas más básicas, como casa, comida y sustento.

Es comprensible que ella hubiera visto su trabajo simplemente como un medio para ganarse un sueldo. Sin embargo, aprender que el trabajo podía tener un propósito más allá de ganar un salario fue una idea revolucionaria para ella. Cuando esta mujer descubrió el mayor propósito de Dios para su trabajo, comenzó a orar y a cuidar a sus pacientes de una manera más profunda, encontrando un significado aún mayor para sus responsabilidades diarias.

Para mí, este fue un excelente ejemplo de lo que enseña al apóstol Pablo: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados» [Romanos 8:28 RVR]. Las experiencias de esta mujer cuando estuvo sin hogar, la dotaron de una comprensión y compasión únicas, inspirándola a convertirse en alguien que pudiera ver el valor de su trabajo de una manera diferente. Cuando podemos ayudar a los empleados a vivir su propósito, no solo satisfacemos una necesidad profundamente sentida, sino que también los convertimos en miembros más leales del equipo.