Robert J. Tamasy.

Hoy, quizás más que nunca, las empresas enfrentan una gran presión para establecer sus «marcas». Escuchamos mucho sobre la «identidad de marca» y el reconocimiento de producto, la importancia de crear una visibilidad cada vez mayor para productos y servicios, todo con el objetivo de aumentar las ventas y fortalecer su participación en el mercado.

Puede ser un desafío complicado, especialmente cuando a los consumidores se les presenta una amplia variedad de opciones. Ya sea que vendamos automóviles y camiones, calzado deportivo, alimentos enlatados, artículos para el hogar, artículos de higiene personal o restaurantes, la pregunta es cómo hacer que nuestros productos o servicios se destaquen como la mejor opción.

Podemos utilizar sitios web ingeniosos, una fuerte presencia en las redes sociales, tarjetas de presentación, correo electrónico y folletos por correo regular para aumentar la conciencia. Los logotipos distintivos y las marcas registradas pueden ayudar, pero la pregunta sigue siendo: ¿cómo nos separamos, de manera positiva, de nuestros competidores?

Jay Danzie, autor y estratega de marca, hizo una observación intrigante. En una publicación en las redes sociales, escribió: «Tu sonrisa es tu logotipo, tu personalidad es tu tarjeta de presentación, cómo dejas que los demás se sientan después de una experiencia contigo es tu marca registrada, y si otros aspiran a ser como tú es tu marca».

¿No es eso interesante? Estaba diciendo que más que un logotipo de producto o empresa bien diseñado y reconocible al instante, tu mejor logotipo es «tu sonrisa». Las tarjetas de presentación pueden ser informativas, pero la personalidad de uno le dice mucho más al posible cliente. ¿Has pensado alguna vez en una marca como el impacto que se tiene al interactuar con alguien? Y podemos pensar en muchas marcas populares, pero no hay mejor «marca» que otros aspiren a ser como nosotros. Curiosamente, la Biblia habla de cada uno de estos aspectos:

1. Una sonrisa puede hacer maravillas. ¿Alguna vez has pensado en lo difícil que es ser amable u ofrecer palabras amables y alentadoras sin sonreír? En un mundo en el que no faltan razones para fruncir el ceño, nuestra sonrisa, nuestro «logotipo», puede causar una gran impresión. «La preocupación agobia a la persona; una palabra de aliento la anima» [Proverbios 12:25 NTV].

2. El poder de una personalidad positiva. Nuestra personalidad es más impactante que si se es extrovertido o tímido, si se tiene facilidad de palabra o se es reservado. También implica un cuidado e interés genuino por otras personas. «No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás» [Filipenses 2:3-4 NTV].

3. Las interacciones dejan impactos duraderos. Se dice que un «cliente satisfecho» es la mejor referencia, alguien que habla favorablemente de un producto o servicio y hace que otros quieran considerarlo. «Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros» [2 Timoteo 2:2 RVR].

4. Convertirse en alguien digno de las aspiraciones de los demás. Uno de los mayores respaldos que podríamos recibir es escuchar a alguien decir: «Quiero poder hacer negocios como tú» o «Desearía conocer a más personas como tú». ¿La gente aspira a ser como tú? «Imítenme, así como yo imito a Cristo» [1 Corintios 11:1 NVI].

El MANÁ DEL LUNES, es una reflexión bíblica semanal acerca de asuntos laborales, ideal para la meditación personal y para compartir con nuestros compañeros de trabajo, al formar grupos pequeños de lectura y estudio de este breve artículo en la empresa. La versión escrita se envía por correo electrónico cada lunes de forma gratuita.

Robert J. Tamasy.

Hoy, quizás más que nunca, las empresas enfrentan una gran presión para establecer sus «marcas». Escuchamos mucho sobre la «identidad de marca» y el reconocimiento de producto, la importancia de crear una visibilidad cada vez mayor para productos y servicios, todo con el objetivo de aumentar las ventas y fortalecer su participación en el mercado.

Puede ser un desafío complicado, especialmente cuando a los consumidores se les presenta una amplia variedad de opciones. Ya sea que vendamos automóviles y camiones, calzado deportivo, alimentos enlatados, artículos para el hogar, artículos de higiene personal o restaurantes, la pregunta es cómo hacer que nuestros productos o servicios se destaquen como la mejor opción.

Podemos utilizar sitios web ingeniosos, una fuerte presencia en las redes sociales, tarjetas de presentación, correo electrónico y folletos por correo regular para aumentar la conciencia. Los logotipos distintivos y las marcas registradas pueden ayudar, pero la pregunta sigue siendo: ¿cómo nos separamos, de manera positiva, de nuestros competidores?

Jay Danzie, autor y estratega de marca, hizo una observación intrigante. En una publicación en las redes sociales, escribió: «Tu sonrisa es tu logotipo, tu personalidad es tu tarjeta de presentación, cómo dejas que los demás se sientan después de una experiencia contigo es tu marca registrada, y si otros aspiran a ser como tú es tu marca».

¿No es eso interesante? Estaba diciendo que más que un logotipo de producto o empresa bien diseñado y reconocible al instante, tu mejor logotipo es «tu sonrisa». Las tarjetas de presentación pueden ser informativas, pero la personalidad de uno le dice mucho más al posible cliente. ¿Has pensado alguna vez en una marca como el impacto que se tiene al interactuar con alguien? Y podemos pensar en muchas marcas populares, pero no hay mejor «marca» que otros aspiren a ser como nosotros. Curiosamente, la Biblia habla de cada uno de estos aspectos:

1. Una sonrisa puede hacer maravillas. ¿Alguna vez has pensado en lo difícil que es ser amable u ofrecer palabras amables y alentadoras sin sonreír? En un mundo en el que no faltan razones para fruncir el ceño, nuestra sonrisa, nuestro «logotipo», puede causar una gran impresión. «La preocupación agobia a la persona; una palabra de aliento la anima» [Proverbios 12:25 NTV].

2. El poder de una personalidad positiva. Nuestra personalidad es más impactante que si se es extrovertido o tímido, si se tiene facilidad de palabra o se es reservado. También implica un cuidado e interés genuino por otras personas. «No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás» [Filipenses 2:3-4 NTV].

3. Las interacciones dejan impactos duraderos. Se dice que un «cliente satisfecho» es la mejor referencia, alguien que habla favorablemente de un producto o servicio y hace que otros quieran considerarlo. «Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros» [2 Timoteo 2:2 RVR].

4. Convertirse en alguien digno de las aspiraciones de los demás. Uno de los mayores respaldos que podríamos recibir es escuchar a alguien decir: «Quiero poder hacer negocios como tú» o «Desearía conocer a más personas como tú». ¿La gente aspira a ser como tú? «Imítenme, así como yo imito a Cristo» [1 Corintios 11:1 NVI].

El MANÁ DEL LUNES, es una reflexión bíblica semanal acerca de asuntos laborales, ideal para la meditación personal y para compartir con nuestros compañeros de trabajo, al formar grupos pequeños de lectura y estudio de este breve artículo en la empresa. La versión escrita se envía por correo electrónico cada lunes de forma gratuita.